SIGO CREYENDO EN TÍ
Porque no hallé en mi camino
como tú mujer alguna,
siendo un loco peregrino del amor.
Porque tuve la fortuna
de encontrarte sin heridas
en el alma,sin dolor
que te robara la calma…
Porque una noche la luna sonriente
fue la testigo indulgente
de nuestros besos primeros;
y en sus rayos, prisioneros,
hemos pasado las horas dulcemente…
Porque te llevo metida tan dentro del
corazón y no hay poder, ni razón,
que te separen de mí,
¡sigo creyendo en ti!
INTRODUCCIÓN
Al publicar los poemas de mi padre, he querido iniciarlo con uno de los que, a mí, me gusta singularmente.Una vida dedicada a su profesión: el tratamiento de las enfermedades del cuerpo y las del alma, así como una especial sensibilidad por la poesía, nos han legado una importante muestra de pinceladas cargadas de color, preñadas de sentimientos que me gustaría ir compartiendo desde aquí con quien así le agrade.Vaya por delante esta muestra en la que, recursos expresivos, esfuerzo y técnica, se han aunado en éste soneto para convertirlo, más que en un poema, en una oración, una plegaria al Gran Poder, al que le unía un gran fervor.
PERDÓN (Poesía mística)
Perdóname, Señor, ya estoy contigo;
y si contigo estoy, ya estoy salvado.
Por siempre unido a Tí, a Tí abrazado,
espero sin temores tu castigo.
El dolor de mi angustia yo mitigo
postrándome a tus pies desconsolado;
pues si lloro ante Tí, crucificado,
ya sabré perdonar a mi enemigo.
Que vuelva a mí la calma codiciada
llenando de amor tuyo mi sendero,
con la divina luz de tu mirada.
Si te quiero, Señor, como te quiero
¡qué me importan las sombras de la nada
si muriendo contigo yo no muero!.
NOTA
Esta poesía la encontrareis abajo
no he querido borrarla por los
comentarios que contiene,el motivo
de ponerla aqui es porque al ser la
primera no desaparecerá de la cabecera.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario