INTRODUCCIÓN


Al publicar los poemas de mi padre, he querido iniciarlo con uno de los que, a mí, me gusta singularmente.Una vida dedicada a su profesión: el tratamiento de las enfermedades del cuerpo y las del alma, así como una especial sensibilidad por la poesía, nos han legado una importante muestra de pinceladas cargadas de color, preñadas de sentimientos que me gustaría ir compartiendo desde aquí con quien así le agrade.Vaya por delante esta muestra en la que, recursos expresivos, esfuerzo y técnica, se han aunado en éste soneto para convertirlo, más que en un poema, en una oración, una plegaria al Gran Poder, al que le unía un gran fervor.

PERDÓN (Poesía mística)


Perdóname, Señor, ya estoy contigo;
y si contigo estoy, ya estoy salvado.
Por siempre unido a Tí, a Tí abrazado,
espero sin temores tu castigo.


El dolor de mi angustia yo mitigo
postrándome a tus pies desconsolado;
pues si lloro ante Tí, crucificado,
ya sabré perdonar a mi enemigo.


Que vuelva a mí la calma codiciada
llenando de amor tuyo mi sendero,
con la divina luz de tu mirada.


Si te quiero, Señor, como te quiero
¡qué me importan las sombras de la nada
si muriendo contigo yo no muero!.

NOTA

Esta poesía la encontrareis abajo

no he querido borrarla por los
comentarios que contiene,el motivo
de ponerla aqui es porque al ser la
primera no desaparecerá de la cabecera.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Para ti.... y para mi.

Para ti son estas mis lamentaciones,…
para ti mis cantos, los sentidos sones
de mi pobre lira, para ti, mi amor…
Para ti el halago de mi boca ansiosa
-blanca mariposa-
para mí el dolor.
Para ti que vives, sin vivir conmigo…
son mis bendiciones, para ti el abrigo
que mi pecho ofrece, para ti el gozar,…
para ti los besos de mi boca ardiente
-muñeca viviente-
para mi el llorar.
Para ti las blancas flores de mi huerto,
que forman contigo sublime concierto,
al lucir su albura en tu carnación.
Por casta, por pura, para ti la gloria
para mi la historia
de tu corazón.
Para ti que ríes, que cantas, que lloras,…
para ti que embriagas, para ti que imploras,
es el alma noble de tu trovador.
Y si alguna tarde dejo de quererte,…
¡Para mi, la muerte!
¡Para ti, otro amor!...

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